16 años de impunidad, 16 años de aquella noche donde 8 jóvenes fueron privados de la vida, 13 de julio la noche que el Boulevard Antonio Rosales se tiñó de rojo

** Ocho vidas que estaban en la flor de su juventud fueron apagadas abruptamente por la violencia. Hoy hace 16 años de este triste hecho

GUAMÚCHIL.- Eran jóvenes que estuvieron en el momento y lugar equivocado la trágica madrugada del 13 de julio de 2008.

Hoy se cumplen 16 años de esa cruenta masacre, 16 años de impunidad, 16 años de aquella noche que el boulevard Antonio Rosales se tiñó de rojo.

Salieron a divertirse, a festejar los 15 años de una de las jovencitas, paseaban en una camioneta y encontraron la muerte, la vida de ocho personas totalmente ajenas a cualquier situación que provocara estos hechos fue apagada.

Esa noche estos jóvenes y otros más, viajaban en cuatro vehículos, venían de convivir, andaban festejando un cumpleaños.

En las cuatro unidades móviles viajaban los jóvenes de entre 15 y 39 años de edad, hacían el alto en el semáforo en rojo en el cruce del boulevard Rosales y Enrique Dunant, cuando de repente, un convoy con hombres fuertemente armados, iniciaron las descargas de las armas sobre los vehículos para arrebatar la vida de los muchachos, algunos de ellos, integrantes del grupo de jóvenes de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.

Todos serán inocentes y ajenos, a los álgidos momentos que vivía nuestra región en esos tiempos.

Únicamente cinco de ellos sobrevivieron a los disparos, quedando con fuertes secuelas en diferentes partes de sus cuerpo.

En la escena quedaron truncadas las vidas de Melina Yudith, de 15 años, Claudia Vianey, de 18, Alejandra, de 18, Jesús Antonio, de 17, José Leonardo, de 17, Gerardo, de 23, Ignacio, de 39 y Emiliano, de 32.

Sus cuerpos inertes quedaron dentro de cada vehículo, no pudieron correr, pedir auxilio, mucho menos defenderse.

Aquella es la madrugada más trágica de la que el pueblo de Guamúchil tiene memoria… La masacre de las Rosales, donde apagaron la vida y truncaron los sueños de ocho jóvenes dejando un gran vacío en sus familias.

Las paredes y ventanas de una oficina del Gobierno Federal, que se encuentra justo enfrente donde sucedieron los hechos, y de una plaza comercial ubicada a unos metros del lugar, marcan también la historia con tantos impactos que a la mañana siguiente mostraban.

Eran días de una violencia bárbara, que nos ha dejado marcados hasta estos días….