CULIACÁN.- Para el presupuesto de las universidades públicas a ejercerse en 2021, la gestión será con resultados en la mano, opinó el Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), doctor Juan Eulogio Guerra Liera, al expresar que espera que el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el próximo año ahora sí contemple una bolsa de recursos para hacer posible la obligatoriedad y gratuidad de la educación superior en el país.
El dirigente universitario reiteró que se visualiza una situación difícil para las universidades públicas, ya que muchas de ellas siguen con problemas estructurales, es decir, tienen problemas de pensiones y jubilaciones, adeudos con el SAT, el IMSS y el ISSSTE, por citar algunos, además de una alta demanda de ingreso.
“Se ha logrado un gran avance en este gobierno, al menos está en la Constitución la obligatoriedad y la gratuidad, entendiendo por obligatoriedad que las Instituciones de Educación Superior reciban a todo el joven que desee y reúna los requisitos para estudiar una carrera y que además sea totalmente gratuito, pero también quedó que el Estado se hacía responsable por garantizar una bolsa que permitiera que lo que van a dejar de recibir las instit¡uciones, por concepto de inscripciones, el Estado lo daría a la universidad para que ésta no se paralizara y se garantizara lo que la Constitución especifica”, dijo.
Guerra Liera señaló que, para este año, en el 2019 no se pudo aprobar una bolsa que se calculaba en poco más de 18 mil millones de pesos para absorber en un 100 por ciento lo que pagan los estudiantes en las universidades de todo el país.
“Esperamos que en este PEF se pueda acordar una bolsa que permita iniciar en el 2021 y ver en qué porcentaje se va a iniciar; la proyección del Presidente de la República era en tres o cuatro años tener la obligatoriedad y la gratuidad total en nuestro país”, expresó.
Indicó que el paquete presupuestario que entregó la Secretaría de Hacienda presenta un recorte importante para el próximo año, sin embargo la “fecha fatal” para su aprobación es el 15 de noviembre de tal forma que aún falta la discusión de los legisladores.
“Ahí es donde la gestión tiene que ser no solo de terquedad, sino con resultados en la mano, con lo pertinente que es la institución en la enseñanza, lo empática que es con su entorno, cómo interactúa no solo con las autoridades federales y estatales, sino que ante reclamos de la sociedad dé una mayor calidad, una mejor cobertura, de posibilitar el ingreso, de no discriminar”, manifestó.
Agregó que la situación es sumamente difícil para obtener un mejor presupuesto, porque además como efecto negativo de la pandemia se están priorizando aspectos importantes de desarrollo de infraestructura, generación de empleos, de reordenar áreas donde antes eran atendidas con fuertes cantidades de recursos y que hoy las autoridades consideran que deben hacerse ajustes.
“Yo creo que se inicia con esto, una ruta muy difícil, una ruta donde va a contar mucho los resultados que tenemos las universidades”, puntualizó al citar como ejemplo de ello la reducción de cuotas que se acordó en la institución, la cobertura total en el nivel medio superior y la proyección del 99 por ciento en el nIvel superior, además de logros académicos y reconocimientos nacionales e internacionales.
“Estos resultados le permiten al Rector tener argumentos, primero para estar habilitado para tener la palabra completa, decir que es una universidad producto del sacrificio y entrega, es una universidad que ha hecho el esfuerzo por atender a su población activa o jubilada en el aspecto salarial y de prestaciones», advirtió.
«Es una universidad que ha reordenado aspectos del Contrato Colectivo en los años de jubilación y una serie de mecanismos para garantizar la viabilidad de la misma y es importante que los universitarios estemos atentos, estemos conscientes del riesgo que hoy hay».