El investigador de la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), doctor Óscar Ramírez Sánchez, estableció una colección de mangos en colaboración con Fundación Produce Sinaloa A. C.
CULIACÁN._ El universitario especialista en Fruticultura contó que esta colección inició en 1970 con un banco de germoplasma de mango que contenía ochenta materiales, los cuales se analizaron durante 35 años y se obtuvo información de las variedades y de dónde provenían, como primera fase del proyecto.
“En este momento tenemos en esta colección ya de los materiales que quedaron después de la primera fase, alrededor de treinta”, informó.
De esos treinta ejemplares que mencionó Ramírez Sánchez, se encuentran catorce variedades de mango o “melocotón de los trópicos” como se le conoce comúnmente; comenzando con laAh-Ping, variedad seleccionada de Molokai, Hawaii en el año 1938, característica por brindar frutos de rojo intenso.
Luego sigue la variedad Ataulfo que es una selección de la India de Tapachula, Chiapas. Su fruto tiene una firmeza de 0.95 kg/cm2 Bombay Green, originario del norte de la India, que además cuenta con buena aceptación en naciones árabes.
La Canto y la Piña, son las únicas variedades Culichis seleccionadas en 1968 y 1966, respectivamente; resultando poco productivas y con destino para portainjertos. Mientras que la Early Gold, es una selección originaria de Isla de Pinos en Florida, Estados Unidos, pero se encontró en Tecomán, Colima, la cual sirve para portainjertos de efectos enanizantes.
La Galindo, es una selección igualmente originaria de Culiacán, Sinaloa realizada por el señor Jorge Galindo, de ahí su nombre. La Julie, se identificó en la Isla Antillana de Trinidad, que también sirve como portainjertos con efecto enanizante.
La Keitt y la Kent, son plántulas seleccionadas de la variedad Mulgoba en Homestead, Florida, la primera y de la India, la segunda; presentando una maduración tardía e intermedia, respectivamente.
Lucio se seleccionó en Acayucan, Veracruz, contando con un fruto productivo y para industrialización. Mientras que la Sandersha, seleccionada de Bangalore, India, es apta para la industria asiática de donde es originaria; la Springfels, de Florida, EE. UU., presenta un fruto muy grande y con poca vida de anaquel.
Por último, la Sunset y la Tommy Atkins, son seleccionadas de Pine Island, Florida, y Haden, respectivamente, proporcionando ambas un fruto de color atractivo, con sabor y aroma fuertes y de gran importancia en las zonas productoras.
Señaló que, a través de este proyecto, se han podido evaluar las características agronómicas de dichas variedades y que algunas se siembran y se cultivan ampliamente en nuestro estado.
“Hay que mencionar que el estado de Sinaloa es uno de lo productores importantes de mango en México”, apuntó.
Según datos proporcionados por este investigador, en México se cuenta con más de 200 mil hectáreas establecidas, de las que Sinaloa tiene 30 mil hectáreas de superficie cultivada con variedades como la Kent, la Tommy Atkins, laKeit y la Ataulfo.
“Hay otros materiales aquí que aparentemente no tienen un color atractivo pero que son muy importantes porque tienen un alto contenido de sólidos solubles, alcanzan un valor muy elevado, por ejemplo, la variedad Piña, la Bombayy la Sandersha”, para industrialización, refirió.
Las variedades restantes que no funcionan para la industria, sirven con fines de mejoramiento genético de las descendencias “y que pueden, en un momento dado, seleccionarse para tener la posibilidad de contar con otros materiales importantes en el futuro”.
En ese sentido, dijo, un grupo de profesores de la Academia de Fruticultura de la Facultad de Agronomía se han involucrado con la finalidad de mantener la colección, apoyando a la Fundación en la evaluación de altas densidades de población en las huertas.
“Puedo mencionar que las primeras plantaciones se establecían a una distancia muy amplia entre árbol y árbol, e hileras de 12×12 hasta 15 metros de distancia. En la actualidad las distancias de 4×5 o 5×5 metros entre árbol y entre hileras son distancias que dan densidades de poblaciones entre 400 y 500 plantas ya muy comunes todavía”, indicó.
Sin embargo, el equipo de universitarios quiere incrementar el número de plantas por hectárea para lo que deberán ensayar las variedades establecidas, las podas, y el comportamiento de cada una de ellas.
“De tal manera que, la Facultad de Agronomía a través de los profesores y a través de intervenir directamente también tiene colaboración con Fundación Produce y eso es lo que hemos hecho estos años; además de conocer las características agronómicas de las variedades y de invitar a los estudiantes a que realicen aquí sus prácticas profesionales y su servicio social […], ya que es muy difícil encontrar una colección con más de treinta variedades como ésta”, expuso.
Asimismo, se ha participado en reuniones científicas con coleccionistas de Florida en Estados Unidos y Brasil para intercambiar materiales de acuerdo a las normas establecidas para ello.
“La otra parte importante de esta colaboración es que hay productores que visitan la colección en la idea de encontrar nuevas alternativas, o bien, si las desconocen nosotros las promovemos con ellos, les decimos cuáles son las oportunidades que pueden tener algunos de los materiales que no son muy conocidos por ellos”, agregó.
Declaró que de manera personal y con interés de establecer alternativas vanguardistas en el campo alimenticio, ha estado presente en esta investigación desde que terminó sus estudios de maestría en el año de 1997.
“Y a partir de esa fecha me he involucrado de tiempo completo en el estudio de variedades de mango, de aguacate, un poco sobre cítricos, y últimamente estoy interesado en ver el establecimiento y manejo comercial de las berries, específicamente de los arándanos, que es otro de los cultivos alternativos para Sinaloa”, finalizó.