CULIACÁN._ Sinaloa es el Estado con mayor cantidad de aves migratorias playeras en lo que refiere al noroeste de México en todos sus humedales, como son: Ensenada de Pabellones, Bahía de Santa María, Huizache-Caimanero y Marismas Nacionales, concentrando entre seis y siete millones de aves migratorias, especies que se están viendo afectadas por el cambio climático, aseveró Marco Antonio González Bernal, maestro en ciencias en áreas desérticas y tropicales y especialista en aves.
El encargado de la Reserva Ecológica Nuestra Señora Mundo Natural en Cosalá, de la Universidad Autónoma de Sinaloa, invitado para hablar sobre estas especies en el Día Mundial de las Aves Migratorias, abordó con los estudiantes de la Facultad de Biología las afectaciones que sufren ante el cambio climático.
“Tienen muchos problemas, sobre todo el cambio climático está afectando radicalmente toda la biología de las aves, están anidando a destiempo, unas no alcanzan a anidar, otras se quedan en los huevos, es un desorden”, puntualizó.
Como ejemplo, de estos contrastes citó la floración de ciertas especies de plantas que solo daban flor en los meses de febrero y marzo y que en esta temporada pueden ser observadas, una situación que hacen un efecto dominó de descontrol en las aves, encontrando hoy especies anidando a destiempo, puesto que el invierno está por llegar.
Sobre el papel que juegan las aves, González Bernal añadió que son las principales transportadoras de semillas, encargadas de reforestar los bosques, ya que se mueven a grandes distancias.
Recordó que Sinaloa, no solo es rica en aves migratorias, sino también en aves terrestres entre las que se encuentra, la chara pinta sinaloense, una especie muy visitada en el noroeste de México por alemanes, franceses, rusos y estadounidenses, por mencionar algunos.
Para finalizar destacó que el calentamiento global está dañando todos los sistemas biológicos que a simple vista no son detectados por las personas comunes, a diferencia de quienes se dedican a la investigación, por lo que exhortó a poner un granito de arena en la recuperación de los recursos naturales ante el cambio climático.