CULIACÁN.- La matanza de estudiantes el 2 de octubre de 1968 en la Ciudad de México es un hecho inhumano y reprobable, que debe ser recordado para sensibilizar conciencias, y también fue semilla que ha germinado y florecido en derechos sociales y humanos.
Las diputadas Nela Rosiely Sánchez Sánchez y Juana Minerva Vázquez González, expresaron lo anterior durante la conferencia “Juventud en Actitud Histórica: Sinaloa y el Movimiento Estudiantil del 68”, que organizó el Congreso del Estado de Sinaloa y el Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa, con motivo de la conmemoración de esos hechos que tuvieron lugar un 2 de octubre.
En la conferencia, que tuvo lugar en el lobby del Salón de Sesiones, participaron como expositores Rafael Santos Cenobio, Sergio Arturo Sánchez Parra y Nathalí Gaxiola Soto.
Las palabras de bienvenida las dio la diputada Nela Rosiely Sánchez, integrante de la Comisión de la Juventud y el Deporte, quien aseguró que no obstante los 54 años transcurridos desde 1968, se mantiene vigente el reclamo de justicia.
Esos hechos, dijo, son los más nefastos de la historia moderna de México, y marcaron un antes y un después, además de que sentaron las bases para alcanzar las libertades que actualmente existen.
Ciertamente, agregó, se ha consolidado un avance, pero aun no es suficiente, por lo que en honor y en memoria de los jóvenes caídos en el Movimiento Estudiantil del 68 se debe seguir luchando por un México más equitativo, más justo y donde verdaderamente se respeten los derechos humanos.
La diputada Juana Minerva Vázquez, vicepresidenta de la Mesa Directiva del Congreso, consideró que recurrir a la memoria histórica permite entender el pasado, comprender el presente y visualizar el futuro.
En 1968, recordó, había un sistema totalmente hegemónico, se socavaban todas las libertades y había un férreo control.
El movimiento estudiantil, agregó, luchaba por quitarse esa camisa de fuerza.
Consideró que con ese movimiento se logró abrir el sistema político a partir de los años 70’s, hasta llegar a 1977 cuando ya empiezan a haber cambios interesantes en la participación electoral y la representación de los partidos de oposición que se venían conformando.
El Movimiento Estudiantil de 1968 fue la semilla que empezó a germinar para llegar a lo que ahora nosotros tenemos e incluso un surgimiento y florecimiento de derechos sociales, dijo.
Por parte de los ponentes se destacó la repercusión del movimiento estudiantil tanto en la música como en la poesía.
Asimismo, se consideró que este movimiento que fue reprimido en 1968, finalmente terminó triunfando en el futuro, y se puntualizó que la victoria electoral de la izquierda en las elecciones de 2018, se empezó a gestar justamente en aquella fecha.
Se aclaró que antes del 68 ya había una serie de movimientos que también habían sido reprimidos, como los fueron los del magisterio, de los médicos y de los ferrocarrileros.
También se señaló que las instituciones de educación superior jugaron un papel importante porque fueron capaces de interpelar al estado, tal como se vio en Sinaloa, con el movimiento estudiantil local.
Fue en la década de los 60’s, se dijo, cuando emergió una generación como actor social protagónico y con nuevos códigos culturales que definen y confrontan una visión que miraban como decadente, y se abrió una nueva atmósfera con nuevas formas de lucha y resistencia.