MOCORITO.- Por el consumo excesivo de refrescos, carbohidratos y una nula actividad física, los casos de diabetes en el mundo van en aumento, por lo que se puede decir que es ya una pandemia global y lo peor es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha proyectado que esta enfermedad será la séptima causa de muerte para el año 2030, destacó Alicia Vega López.
La endocrinóloga del Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud (CIDOCS) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) señaló que la diabetes es llamada a menudo una enfermedad silenciosa, ya que puede desarrollarse en las personas sin mostrar síntomas al inicio.
“La diabetes no te va a dar ninguna complicación hasta que ya está en un punto avanzado de su glucosa, en el límite donde ya la persona tuvo complicaciones como retinopatías, es decir, dejó de ver, tuvo complicaciones vasculares, ya sea un infarto y que este le llevó a urgencias y ahí detectaron una diabetes, pero la diabetes por sí sola no va a dar un aviso y es lo que hace que sea una enfermedad silenciosa”, apuntó.
Vega López indicó que este 14 de noviembre, Día Mundial de la Diabetes, es importante que hagamos conciencia de esta enfermedad crónica que se presenta cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el cuerpo no puede usar la insulina producida de manera eficaz, por lo que reiteró el llamado de cambiar los hábitos y prevenir, debido a que si se detecta en el organismo se puede controlar, pero no desaparecerá.
“La prevención es hábitos alimenticios adecuados, es decir, llevar una dieta balanceada, donde incrementemos más porciones de frutas, de verduras, a diferencia de comida chatarra, el evitar el exceso de refrescos, que aquí sobre todo en la población mexicana siempre se ve que está presente en la mesa, cambiarlo por agua natural o de frutas, ya que puede ser una alternativa, y hacer ejercicio, ahorita la vida sedentaria ha estado afectando a muchos”, detalló.
Recomendó que las personas que tienen predisposición genética a la enfermedad o aquellos que son población de alto riesgo que sufren sobrepeso u obesidad, al menos deben practicarse estudios de manera rutinaria cada seis meses, máximo cada año, en la idea de que se detecte de manera oportuna, ya que, si no es así, el paciente puede sufrir complicaciones que lo lleven a urgencias de un hospital.