CALABAZAS, SINALOA MUNICIPIO.- Integrantes de una familia originaria de esta comunidad, pero residentes de Guamúchil, que aprovechaban el periodo vacacional para disfrutar de la naturaleza y su pueblo natal, salieron entre balas y el fuego de los vehículos que se incendiaban tras bloquear los caminos de acceso a esta y otras comunidades.
«Estábamos disfrutando del placer que se siente ver el amanecer entre los verdes cerros, cuando alrededor de las 5:00 horas, el estruendo de las ráfagas de metralletas interrumpió esa tranquilidad del pueblo, causando terror, pánico y temor, de inmediato la familia completa al igual que la mayoría de los pobladores optaron por salir corriendo para ocultarse entre el monte.
«Salimos entre las balas», narra la integrante de esa familia que en busca de nuevas oportunidades radica en la ciudad.
Algunos alcanzaron a abordar sus vehículos y buscar refugio en casas de familiares, amigos o conocidos de otros ranchos como El Saucito, La Higuerita y Corral Quemado, otros continuaron su marcha, como ella, hasta Guamúchil.
«Muchas personas que no tenían a donde ir, se quedaron parados en el camino entre el monte, la mayoría llevaban niños y personas adultas, quienes se quedaron a la deriva quien sabe por cuántas horas soportando las inclemencias del clima y seguramente hambre y sed», comenta.
En la premura por huir del peligro y ponerse a salvó de la balacera, alcanzó a ver que al otro extremo del poblado había una retroexcavadora atravesada en el camino la cual se incendiaba, pero las ráfagas de las armas de grueso calibre no dejaban de sonar interrumpiendo esa tranquilidad pueblerina.
Fue ya de tardeada, cuando personal del Ejército y autoridades policiacas llegaron al pueblo, pero solo preguntaron que había pasado a quienes se quedaron en el lugar, y luego se retiraron del lugar, a pesar de que los pocos pobladores que ahí estaban solicitaban se quedarán a brindar seguridad.
La integrante de la familia que logró llegar a la ciudad de Guamúchil, de quienes guardamos la identidad, dijo sentir temor y preocupación por las familias que se quedaron en el poblado, ya que los grupos de personas armadas siguen rondando esa zona.
